El descarrilamiento la madrugada del viernes de un tren de mercancías en la provincia de Castellón --transportaba, como no, azulejos-- cortó durante 36 horas el corredor ferroviario que une Cataluña con la Comunidad Valenciana, autonomías que suman en conjunto el 30% del PIB español. El accidente, en el que el conductor del convoy resultó herido leve, obligó a interrumpir la salida de trenes entre Valencia y Barcelona, y los trenes que salieron de la capital catalana tuvieron que parar en Castellón. A las 10.30 --cuatro horas después del descarrilamiento-- se dispuso un servicio de autobuses para cubrir el trayecto entre Valencia y Castellón, y salvar así el tramo afectado entre las localidades de Moncófar y Nules. Hasta las 15 horas, Renfe tuvo que transbordar por carretera a 3.000 viajeros.

Se vieron afectados 24 trenes de larga distancia y unos 80 del servicio de Cercanías de la ciudad de Castellón, ya que los trabajos para restablecer la circulación está previsto que finalicen esta mañana. En algunos casos, como en el de un Euromed de Alicante y el de un tren nocturno --ambos camino a Barcelona--, los pasajeros realizaron en bus el trayecto desde Valencia.

POR ESCLARECER El accidente ocurrió a la salida de la estación de Moncófar, sin que se conozcan sus causas. El delegado del Gobierno en la Comunidad, Ricardo Peralta, indicó que el accidente no parece que fuera motivado por las condiciones meteorológicas y añadió que el convoy accidentado contaba con seis unidades.

El descarrilamiento produjo daños en más de 300 metros de vía y de tendido eléctrico (catenaria), así como la rotura de columnas de electrificación, que produjeron una interrupción del suministro de energía y del sistema de señalización. Así las cosas, hubo que cortar la circulación. El maquinista, tras ser rescatado por los bomberos de los hierros donde quedó atrapado, fue trasladado a un hospital.

El administrador de infraestructuras, Adif (de que dependen los ferrocariles), abrió un expediente para esclarecer los hechos, al tiempo que destinó 80 operarios y personal técnico, así como tres grúas de gran tonelaje y un tren-taller, para reparar la vía y dejar expedito el tramo afectado.