El porcentaje de la población mundial que vive en la extrema pobreza se ha reducido en los últimos 14 años desde el 32%, una de cada tres personas, hasta el 19%, una de cada cinco, según la evaluación del llamado Objetivo del Milenio que hoy presentará en Ginebra el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. El Objetivo del Milenio, un plan internacional para erradicar el hambre y la miseria en el horizonte del 2015, necesita la movilización de recursos a favor del desarrollo, una tendencia que no progresa desde el año 2004.

El informe de la ONU indica que las personas en extrema pobreza, las que viven con un dólar diario, han pasado de 1.250 millones a 980 millones entre 1990 y el 2004, lo que supone una disminución del 13%, pese al notable aumento demográfico. Los mayores avances se aprecian en el sur, sureste y este de Asia, aunque al tiempo se manifiesta un incremento de la pobreza en Asia occidental. Africa sigue siendo el continente con mayor porcentaje de población pobre.

DESIGUALDADES Pese a los progresos generales, el informe también advierte de que nivel de consumo de los más pobres se ha reducido porque se están agudizando las desigualdades. América Latina, Caribe y Africa subsahariana son las zonas más afectadas por esta mala repartición del crecimiento.

La ONU verifica también una caída de la mortalidad infantil debidas a la rubéola, el paludismo y la tuberculosis, pero no así del sida. Además, un millón de mujeres mueren por año a causa de complicaciones en los embarazos y partos. La mitad de la población de los países en desarrollo continúa sin acceso a instalaciones sanitarias mínimas.

Los índices de matriculación en la enseñanza primaria subieron el 8%, pero aún falta obtener la escolarización de un 12% de los niños del mundo para alcanzar la plena formación en el 2015. El Africa subsahariana es la más afectada por las carencias, con 72 millones de niños que no recibieron formación escolar en el 2005.

El crecimiento demográfico arroja hoy la peculiaridad de que 3.200 millones de personas viven en ciudades, la mitad de la población mundial. Y, de no invertirse la tendencia, en el 2030 serán 5.000 millones, debido sobre todo al crecimiento de las urbes de Africa y Asia. En otros aspectos, dice la ONU, la deforestación prosigue a un ritmo de 0,2% anual, mientras que el efecto invernadero trepa más velozmente que las tecnologías ecológicas de energía sostenible.

Los metas de la ONU para el 2015 combinan eliminar la extrema pobreza, la universalización de la enseñanza primaria, la igualdad de sexos y la autonomía de las mujeres, así como garantías para la salud y el medio ambiente. Ban Ki-monn propone para ello la abolición de la deuda externa de los países más débiles económicamente y que los estados ricos destinen el 0,7% de su presupuesto a la ayuda para el desarrollo.