Científicos de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona han descubierto que el receptor neuronal para cannabinoides es el culpable de los fallos en la memoria no emocional causada por el estrés, por lo que bloquear estos receptores con fármacos evitaría la amnesia que genera esta tensión.

El estudio, a cargo de un equipo de científicos del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF en colaboración con la Universidad de Burdeos (Francia) y la de Mainz (Alemania), se ha centrado en analizar el papel del sistema endocannabinoide -responsable de regular procesos como el aprendizaje y la memoria- en la consolidación de recuerdos no emocionales en situaciones de estrés.

La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, abre ahora la vía para buscar mecanismos para modular estos receptores cannabinoides evitando los déficit de memoria no emocional típicos de una situación de estrés, según ha indicado a Efe el director del estudio, Andrés Ozaita.

El sistema endocannabinoide -que toma su nombre precisamente de ser el causante de los efectos que provoca el cannabis en el cerebro- es el responsable de regular procesos como el aprendizaje o la memoria, y contribuye a frenar la liberación de los mediadores del estrés ante situaciones tensas y agobiantes.

La investigación liderada por Ozaita, profesor agregado al Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la UPF, se ha centrado precisamente en estudiar el papel del sistema endocannabinoide en la consolidación de los recuerdos no emocionales o cotidianos ante situaciones de estrés.

Que el estrés provoca fallos en la memoria es una evidencia científica desde hace años, pero la novedad de este estudio, según Ozaita, es que se ha descubierto que la activación del receptor para cannabinoides CB1, y la modulación que éste ejerce sobre la liberación de noradrenalina -neurotransmisoras que aumentan la presión arterial y el ritmo cardíaco en situaciones de estrés-, conducen a que, en circunstancias estresantes, se produzcan fallos en la consolidación de los recuerdos no emocionales.

Los científicos de la UPF han experimentado con ratones y han comprobado que, tras bloquear de forma farmacológica o genética los receptores para cannabinoides CB1, no se observan los déficit de memoria no emocional típicos de una situación estresante.

Este descubrimiento abre la vía, según Ozaita, a buscar fármacos para poder bloquear estos mecanismos en los humanos, evitando los efectos amnésicos del estrés sobre la generación de recuerdos no emocionales.

Ozaita ha destacado que, en el caso del estrés postraumático, una patología en la que los recuerdos emocionales asociados a un evento traumático producen una reacción estresante en el paciente, "éste vería perturbada su capacidad de crear memorias cotidianas".

"Por tanto -ha subrayado-, nuestro estudio puede conducir a ampliar el arsenal terapéutico contra los déficit cognitivos en el estrés postraumático mediante moléculas que reduzcan la actividad del receptor cannabinoide CB1".

Como ejemplo, ha indicado que los estudiantes que se enfrentan a exámenes generan una situación de ansiedad que puede activar el mecanismo de amnesia que describen en su investigación, por lo que les puede ser "más costoso" retener información y memorizar datos que no estén directamente asociados a su estrés.

El estado emocional tiene efectos sobre la consolidación de los recuerdos (mecanismo por el que una memoria transitoria se convierte en una memoria duradera), ya que, por un lado, las emociones ayudan a recordar eventos importantes mientras que pueden ser también causantes de fallos en el registro de los recuerdos no relacionados directamente con los eventos que producen el cambio emocional.

Por este motivo, la comunidad científica ha mostrado un gran interés en los últimos años por reducir el impacto que ejerce el estrés sobre la memoria emocional, especialmente la asociada directamente a eventos traumáticos y que generan una respuesta estresante con su recuerdo.

Sin embargo, hasta el descubrimiento del equipo de científicos de la UPF no se conocían demasiados detalles sobre cómo el estrés influye sobre la formación de recuerdos no emocionales, como el hecho de recordar, por ejemplo, los sucesos de la vida cotidiana.

De hecho, cuando el cerebro registra estímulos estresantes, el sistema nervioso dispara la producción y liberación de hormonas como la noradrenalina, la adrenalina -que incrementa la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos y dilata los conductos de aire-, y el cortisol -que aumenta el nivel de azúcar en la sangre-, con un marcado efecto sobre la capacidad cognitiva, ya que actúan sobre diversas regiones cerebrales involucradas en la formación de memorias.

La investigación de los científicos de la UPF también ha demostrado que, además de la participación del sistema nervioso central, hay agentes periféricos como las glándulas adrenales que participan en los fallos de memoria no emocional en caso de estrés, en los que los receptores CB1 también desarrollan un papel clave.

Este hallazgo puede servir, según Ozaita, para buscar nuevos enfoques en el estudio del tratamiento de aquellos aspectos cognitivos vinculados al estrés.