No ha habido crisis del ´Prestige´; tampoco, dicen, crisis política. Se trata de una simple remodelación. Se creen también los amos de las palabras. Madrid ha desembarcado en la autonomía. Cuiña, el defenestrado, representaba el galleguismo caciquil que controlaba el mundo rural. Las grandes capitales, excepto Ourense, están controladas por la izquierda. El cambio ha confiado a mujeres las labores propias de su sexo, según la derecha. A Fraga no le van a dejarle retirarse con dignidad.