La Antártida Oriental, un inmenso territorio donde se acumulan las mayores extensiones de hielo del continente blanco, parecía haber quedado al margen del deshielo que afecta a otros territorios australes. De hecho, diversos estudios sugerían que el hielo que se perdía por un extremo se compensaba de sobras con el aumento en la Antártida Oriental. Sin embargo, eso ya no es así.

Esto es al menos lo que sostiene un estudio elaborado por la Universidad de Texas en Austin (EEUU) a partir de datos obtenidos en el periodo 2002-2009 con los satélites Grace. Los autores del trabajo han calculado que la pérdida de hielo en la Antártida Oriental se inició en el 2006 y ahora ya es de 57 gigatoneladas (Gt) anuales, aunque asumen que el margen de error es muy elevado (+/- 52 Gt). Los detalles del trabajo se publican en la revista Nature Geoscience.

Los investigadores, dirigidos por Jianli Chen, también calculan que el hielo retrocede en la porción occidental del continente a un ritmo de 132 Gt anuales, aunque estos datos son más consecuentes con anteriores análisis satelitales. Una conclusión similar publicó una investigadora de la NASA, Isabella Velicogna.

Los dos satélites Grace (siglas inglesas de Experimento de Recuperación Gravitatoria y Clima), lanzados en el 2002, son una misión conjunta de las agencias espaciales de EEUU y Alemania. Grosso modo, lo que hacen con el hielo no es medir su extensión, sino calcular su peso en función de los cambios que ocasionan en el campo gravitatorio, mesurables desde dos puntos diferentes (trabajan separados por 200 kilómetros). Como la información que proveen se puede consultar en internet, hay diversos grupos que desarrollan análisis de forma independiente. Y no siempre coinciden.

El nuevo estudio sostiene que las dos grandes regiones en que se divide la Antártida avanzan ahora en la misma dirección. No obstante, hay subregiones que anualmente pierden mucho hielo, como el mar de Amundsen (-110 Gt) y la península Antártica (-28 Gt), ambas en la porción occidental, y dos únicas con un saldo positivo, aunque muy escaso: Tierra Enderby (+4,2 Gt) y Tierra Palmer (+2,6 Gt).

NIVEL PELIGROSO El casquete de la Antártida contiene suficiente hielo como para, con un derretimiento total, aumentar el nivel del mar unos 70 metros. Esto no sucederá este siglo, pero un aumento de un solo metro ya podría ser muy grave.