La nueva versión en inglés del clásico de la literatura universal Don Quijote de la Mancha , de Miguel de Cervantes, realizada por la traductora estadounidense Edith Grossman, ha recibido excelentes críticas desde su lanzamiento en diciembre y ha sido seleccionada por algunas publicaciones, como el diario The New York Times, entre los libros más destacados del 2003.

Grossman, que ha traducido a populares autores latinoamericanos contemporáneos, entre ellos Gabriel García Márquez, Alvaro Mutis y Mario Vargas Llosa, está considerada como una de las mejores traductoras de Estados Unidos. Su adaptación de la novela de Cervantes, publicada por Ecco/HarperCollins, ha sido calificada por el escritor mexicano Carlos Fuentes como "realmente maestra" y ha sido descrita por el prestigioso semanario especializado Publishers Weekly como "honesta, sólida y profundamente y reveladora".

En la introducción de esta nueva edición del Quijote, el escritor y crítico neoyorquino Harold Bloom elogia el "extraordinario" trabajo de Grossman. "La atmósfera espiritual de una España ya en brusco declive puede sentirse gracias a la destacada calidad de la prosa de Grossman", apunta Bloom, autor de más de 20 libros de crítica.

Según Daniel Halpern, director editorial de Ecco/HarperCollins, Grossman "es la mejor de los mejores". "Ningún traductor es igual a otro, pero ella es la menos igual a todos los que he leído", señala el editor.

Al principio, Grossman dudó en asumir el proyecto, ya que siempre había trabajado con autores contemporáneos, pero pensó que "Don Quijote es el sueño de todo traductor".