El desprendimiento, la madrugada de ayer, de tres grandes rocas de unas 27 toneladas cada una sobre la carretera PB-1121 cortó el acceso al monasterio de Montserrat durante 12 horas, hasta que a media tarde pudo darse paso alternativo al tráfico rodado. El desprendimiento no causó daños personales ni materiales, ya que el aparcamiento y los alrededores se encontraban vacíos de visitantes a la hora en que ocurrió el suceso, entre las cuatro y las cinco de la madrugada. La vía del cremallera resultó también afectada y el servicio ha quedado suspendido.

El funicular aéreo fue hasta primera hora de la tarde el único medio que pudieron utilizar los trabajadores y los visitantes. Algunos vecinos de Monistrol de Montserrat aseguraron ayer que oyeron el estruendo de las piedras al estrellarse en la carretera. Los bloques cayeron a unos 100 metros de la barrera de entrada de vehículos al recinto del monasterio, en un lugar que, en días festivos, suele estar ocupado por los coches aparcados.

Las rocas, de unas 27 toneladas de peso cada una y de entre 3 y 5 metros de diámetro, se desprendieron desde una altura de 200 metros y ocuparon toda la calzada tras derribar el muro de contención. La tierra y los sedimentos que arrastraron cayeron por el otro margen de la vía hasta llegar a la vía del cremallera, que resultó afectada en un tramo de 40 metros.

SIN TRAFICO La carretera quedó cortada totalmente hasta que, a media mañana, tras una primera actuación de limpieza por parte de los bomberos, pudo habilitarse un paso de urgencia para los vehículos que quedaron incomunicados en el monasterio. Una máquina inició entonces los trabajos para desmenuzar las rocas y apartarlas de la zona y, hacia las cinco de la tarde, fue posible dar paso alternativo a la circulación rodada. Según fuentes del Patronat de Montserrat, será necesario mantener este paso al menos durante una semana, ya que la carretera deberá ser pavimentada de nuevo. A partir de hoy, un semáforo regulará el paso alternativo de los vehículos.

Ferrocarriles de la Generalitat tardará unos días en restablecer el servicio del cremallera hasta que se reparen todos los daños. Para sustituirlo, ayer informó que habilitará un servicio especial de autobuses.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó ayer el nuevo delegado de la Generalitat en la Cataluña Central, Jordi F brega, que destacó la "rápida actuación" de los bomberos y su satisfacción porque el desprendimiento se produjera "de madrugada", lo que evitó daños mayores.