La Policía Nacional detuvo ayer a la cúpula de las clínicas Vitaldent, entre ellos a su dueño Ernesto Colman, por fraude millonario a la Hacienda Pública y a sus franquiciados y por blanqueo de capitales, en una operación en la que fueron arrestadas trece personas e incautados un avión y 36 coches de lujo. Bajo el nombre de Topolino , los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) desarrollaron esta operación por orden de la Fiscalía Anticorrupción y el juzgado de instrucción número dos de Majadahonda (Madrid).

La fiscalía tiene pruebas de que en Vitaldent, con 430 centros en España, los detenidos cometieron delitos contra la Hacienda Pública y sus franquiciados, que son los que han denunciado las prácticas ilícitas.

De hecho, la fiscalía habla de una "organización criminal" dirigida por Colman, quien planeaba dejar el negocio ante la sospecha de que sus prácticas ilícitas podían estar siendo investigadas tras varias denuncias.

EXIGENCIA DE PAGOS Fuentes de la investigación aseguraron que Colman, que dirigía esta organización creada dentro de la estructura empresarial de la cadena, exigía a sus franquiciados el pago en metálico de determinadas cantidades acordadas todos los meses que, como si se tratara de una caja B, no declaraba.

Colman ingresaba estas ganancias en cuentas bancarias de Suiza y Luxemburgo. Una parte de ese capital retornaba a España para ser invertido en más de un centenar de inmuebles, fincas rústicas y vehículos, con lo que culminaba el blanqueo.

Precisamente, la policía bloqueará los saldos de las personas físicas y jurídicas investigadas, repartidos en 25 entidades bancarias, así como los activos financieros de dos Sociedades de Inversión de Capital Variable (las Sicav) por importe de 5 millones.

También se ha decretado la prohibición de disponer de 124 fincas urbanas repartidas por toda España y de 103 rústicas, así como de los coches intervenidos, de una aeronave valorada en un millón y caballos hallados en una finca en Segovia.

Durante la operación, se practicaron 15 registros en las oficinas centrales de la empresa ubicadas en Las Rozas, en tres despachos de abogados y en domicilios de los detenidos, todos en Madrid, salvo uno en Torrevieja. Además de Colman ha sido detenido el director general para los establecimientos en Italia.

LAS CLINICAS SIGUEN ABIERTAS Con todo, la actividad no se verá afectada, tal y como dejó claro la fiscalía y el director de la policía, Ignacio Cosidó, que lanzó un mensaje de tranquilidad a los franquiciados y pacientes.

"No es un problema de estafa a los consumidores y, en principio, no tiene que afectar a las franquicias que trabajan bajo esta marca", aclaró ayer Cosidó en declaraciones a Efe tras visitar la comisaría en Fuentes de Oñoro.

Desde las oficinas también explicaron a Efe que los centros están abiertos y atienden a los pacientes con "relativa" normalidad, a pesar de contar con problemas con el sistema informático a primera hora de la mañana.

Más cautelosos y preocupados se mostraron algunos pacientes que nada más conocer la noticia acudían a sus clínicas para pedir explicaciones sobre el futuro de sus tratamientos.

TESTIMONIOS "He pagado más de 12.000 euros por adelantado y en metálico", dijo a Efe Francisco, paciente habitual de la clínica del barrio de Hortaleza, que teme perder el dinero invertido. Otra de las pacientes que ha acudido a esta clínica ha sido Manuela, en este caso para acudir a una cita programada. Ella también tuvo que pagar por adelantado, en metálico y a plazos más de 7.000 euros, y expresó su miedo por si se queda "sin tratamiento y sin dinero".

La cadena inició su actividad en 1991 en Madrid. Fue pionera en implantar el modelo de franquicia para esta actividad y desde entonces ha sumado 450 centros, la mayoría en España, según informa en su web. Abrir una de estas clínicas en régimen de franquicia cuesta 280.000 euros, según han explicado a Efe fuentes de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), que explican que el contrato tiene una vigencia de diez años. La cadena les cobra además un royalty del 5%, o lo que es lo mismo, los franquiciados deben entregarle el 5% de lo que facturen; y un canon por publicidad de ese mismo porcentaje.