La policía de Madrid detuvo ayer a un ciudadano chino que alojaba a compatriotas suyos en un sótano sin ventilación a los que hacía a dormir sentados en sillas a cambio de cuatro euros por noche. Junto al responsable del local, situado en la calle de Antonio Grilo, 3 , los agentes arrestaron a seis de los inquilinos por carecer de permisos en regla.

El detenido, Si Ch., de 25 años, al que la policía acusa de un delito de favorecimiento de la inmigración irregular, tenía instalado en la primera planta y en el sótano un negocio de internet durante el día, que por la noche se convertía en el sitio donde pasaban la noche inmigrantes recién traídos por las mafias desde su país de origen.

Los inmigrantes dormían sentados en las sillas, con los pies reposando en las mesas y en unas condiciones higiénicas pésimas. Compartían un baño que no cumplía las condiciones mínimas de salubridad.

El propietario del local también ha sido sancionado económicamente, además, porque el recinto tampoco se ajustaba a la exigencias de seguridad al carecer de extintores, iluminación y salidas de emergencia.