Una persona con antecedentes penales fue detenida por la policía y se le intervino ropa manchada de sangre, en el marco de los diversos registros realizados ayer en Junín para aclarar el asesinato de tres ancianos españoles que ha conmocionado a esa ciudad argentina. Los investigadores tratan de determinar si la sangre hallada en el pantalón confiscado corresponde a alguna de las víctimas. "Muy pronto tendremos novedades", manifestó a este diario el fiscal de la causa, Marcelo Tuñón.

Los habitantes de la ciudad bonaerense de Junín, ubicada a unos 260 kilómetros de la capital, todavía no pueden salir del asombro por lo ocurrido con los hermanos Agustín, Josefa y José Villalba, de 78, 82 y 84 años, respectivamente. Vivían en un mismo terreno del barrio Villa Belgrano, pero en casas diferentes.

Como cada noche, se habían reunido para cenar y tomar una infusión. Eran personas de pocas palabras. Los dos mayores fueron encontrados muertos en la cocina de la casa y con signos de haber sido salvajemente golpeados con los puños y algún objeto contundente. El menor, Agustín, murió en el hospital. Con su último aliento alcanzó a balbucearle a la policía que los asesinos les habían robado "mucho dinero". Los Villalba, de origen gallego, llegaron a Argentina en 1931.