El guarda forestal y ganadero Santiago Mainar, único imputado en el crimen del alcalde de Fago, Miguel Grima, prestó ayer declaración en el juzgado de instrucción número dos de Jaca, que investiga el caso, bajo la acusación de asesinato. El abogado del candidato socialista, Javier Notivoli, asegura que su cliente se encuentra "tranquilo y entero" a pesar de las largas jornadas de pruebas a las que se ha enfrentado en estos dos últimos días. La Guardia Civil sigue buscando la escopeta de postas con la que presuntamente se cometió el crimen.

Todavía quedan muchas dudas por resolver en el crimen de Miguel Grima, alcalde de Fago que fue encontrado el pasado 12 de enero con numerosos impactos de bala en su cuerpo en una carretera a las afueras de su pueblo. Quizás hoy se resuelvan algunas de las incógnitas del caso entre las que se encuentra el conocer donde está el arma con el que se cometió el crimen.

Durante el sábado se realizaron numerosas pruebas en la granja de Fago propiedad del presunto asesino, Santiago Mainar, pero aun no se ha localizado la escopeta empleada en el crimen. Aunque el rival político y empresarial del primer edil de la localidad oscense ha reconocido ser el autor de la muerte, aún hay muchas especulaciones y teorías conspirativas en el aire.

El letrado defensor de Mainar no desveló datos concretos de la investigación al estar el caso bajo secreto de sumario, aunque admitió que las pesquisas no están centradas únicamente en Fago.

Investigación abierta La investigación entorno al crimen sigue abierta y la Guardia Civil confía en que el amplio despliegue de medios científicos y criminalísticos que se han empleado en el asunto logren aclarar algunos de los pasajes más oscuros de este sospechoso asesinato.

Mainar llegó al edificio judicial a las 17,25 horas dentro de un gran furgón de la Guardia Civil, que recorrió la distancia existente entre el acuartelamiento que el Instituto Armado tiene en Jaca y la sede judicial, haciendo sonar la sirena y seguido de un coche camuflado.