Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Vigo han detenido hoy al brasileño Manuel D.D. S., de 44 años, como presunto autor de la muerte de su pareja, a la que golpeó fuertemente con un ladrillo -hallado al lado del cadáver-, han informado hoy a Efe fuentes policiales.

Las mismas fuentes señalaron que tras el crimen de la mujer, ocurrido ayer en un domicilio del número 56 de la calle Travesía de Vigo, el ahora arrestado huyó y sobre las 23.00 horas fue encontrado por la Policía en el interior de un pizzería en la parroquia viguesa de San Miguel de Oia.

Manuel D.D.S. se encuentra desde anoche en las dependencias de la comisaría, en donde prestará declaración policial y está previsto que mañana sea puesto a disposición judicial.

La muerte de Aelica D., de 25 años, también de origen brasileño, se produjo ayer a última hora de la tarde y, según fuentes de la investigación, en presencia de sus hijos menores, de 3 y 4 años.

Fueron precisamente los pequeños los que bajaron al piso de una vecina para alertar de lo que le había sucedido a su madre. Fue esta vecina la que avisó a la Policía.

Cuando se personó la Policía en la vivienda se encontró a la víctima ya muerta, con un fuerte golpe en la cabeza, presuntamente ocasionado con un ladrillo que se encontraba al lado del cadáver.

No obstante, la Policía científica tendrá que determinar ahora si el ladrillo es el objeto homicida que acabó con la vida de esta joven, que tan sólo llevaba dos meses viviendo en España en la misma casa junto a sus padres y hermanos.

La víctima, cuyo cadáver ya ha sido trasladado al Hospital Nicolás Peña para realizarle la autopsia, estaba sentada con la cabeza apoyada en un colchón tirado en el suelo.

La Policía sospecha que el presunto autor del crimen mató a la joven brasileña en el acto, tras recibir un golpe. Según la Policía, no existía ninguna denuncia de malos tratos contra Manuel D.D.S., ni tampoco ninguna orden de alejamiento en vigor.

En los alrededores de la vivienda en Travesía de Vigo, una amiga de la joven afirmó ayer a los periodistas que la víctima solía discutir con su pareja con frecuencia y que durante una de las últimas discusiones "nadie se atrevió a llamar a la Policía", señaló visiblemente afectada.