El capitán del petrolero Prestige , que sufre una vía de agua frente a las costas gallegas con un cargamento de fuel, ha sido detenido al llegar a tierra ayer tarde, mientras se mantiene el riesgo de que el buque pueda partirse.

La tripulación del barco, que sufre una vía de agua con una grieta de 35 metros, solicitó esta tarde ser desalojada, por lo que fue trasladada al aeropuerto coruñés de Alvedro en helicóptero.

Al tomar tierra, fue detenido el capitán, de nacionalidad griega, después de ser acusado por las autoridades españolas de desobediencia y atentado contra los recursos del medio ambiente.

El capitán presta declaración ante la Guardia Civil, tras lo que pasará a disposición judicial. También testificarán el primer oficial y el jefe de máquinas, aunque estos últimos no lo harán en calidad de detenidos.

PARADA DE MOTORES

Durante la madrugada del jueves se tuvieron que paralizar los motores del ´Prestige´ porque vibraba demasiado y corría el riesgo de partirse y, desde entonces, hubo que remolcarlo y ya no va con su propio motor.

Las manchas del crudo vertido en el mar se encuentran a cinco millas (ocho kilómetros) de los cabos Touriñán y Vilano, y se espera que se dirijan hacia el norte, aunque los dispositivos de seguridad están preparados para actuar y en caso de que cambie el viento impedir que lleguen al litoral.

El delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, insistió en que en la tripulación se registró "una falta de colaboración absoluta" y también señaló que se ha confirmado que nunca hubo fuego en la sala de máquinas, tal y como había comunicado el barco en la primera llamada de socorro.

Fernández de Mesa sostuvo que el buque ´Prestige´ sigue bajo el peligro de que pueda partirse, aunque apuntó que no hay riesgo inminente.