La Policía Nacional ha detenido a un hombre como presunto autor material y a cuatro cómplices por el asesinato de su mujer en Vacarisses (Vallès Occidental), que fue denunciado por su padre en el 2005, según han informado este lunes fuentes policiales.

La víctima habría sido objeto de una agónica muerte, consecuencia de una brutal paliza y posteriormente quemada, siendo los restos arrojados al río Ripoll en las inmediaciones de Sabadell (Vallès Occidental). En abril del 2005 el padre de la mujer denunció que no sabía nada de su hija, con domicilio en Vacarisses, desde hacía dos meses, haciendo mención que su marido era una persona muy violenta y que ya existían antecedentes de anteriores agresiones.

En la investigación, la policía barajó siempre la hipótesis de que la desaparición había sido forzada y su fallecimiento por causas violentas, y se determinó que su domicilio en Vacarisses era ocupado con frecuencia por varias personas, entre ellas el hermano del marido, un amigo de este y dos prostitutas.

La investigación policial permitió establecer la responsabilidad del marido como presunto autor material de la desaparición y posterior muerte de la mujer, con la complicidad de cuatro personas más.

CONTINUO MALTRATO

En uno de los registros policiales, los agentes encontraron la documentación personal de la desaparecida, y en su domicilio dos casquillos de arma de fuego percutidos, mientras que en una batida por la zona fue hallada una manta con restos de sangre, obteniéndose el correspondiente perfil genético, que permitió establecer plenamente la relación de parentesco con los padres de la desaparecida.

La policía detuvo a las cinco personas en Sabadell y Orihuela (Alicante) y permitió confirmar los continuos y violentos malos tratos que el marido infligía a su mujer como a las dos prostitutas con las que se relacionaba.

Por declaraciones de los implicados, los investigadores han permitido conocer que el detenido introdujo a su esposa de forma violenta y contra su voluntad en un vehículo, a la vez que en el asiento delantero llevaba atada a una de las prostitutas. En una zona boscosa aislada, el hombre sacó a su esposa del coche y le propinó una brutal paliza, y luego la trasladó de nuevo al domicilio, ya agonizante, donde le inyectó una sustancia que no se ha podido determinar mientras moría.

RETIRÓ TODO EL DINERO DE LAS CUENTAS COMUNES

Al cabo de un par de días envolvió el cuerpo en una manta, obligando a sus cómplices a que le acompañaran a Santander con la finalidad de deshacerse del cuerpo. Previamente, y falsificando su firma, el detenido retiró todo el dinero posible de las cuentas comunes.

Una vez en Cantabria, el marido cambió de opinión y regresaron a Vacarisses con el cuerpo, donde fue quemado por dos de los cómplices durante un par de días y, convertido en cenizas, fue arrojado al río Ripoll.

El juez ha decretado prisión provisional para el marido, mientras que los cómplices se encuentran en libertad con cargos.