El ciudadano peruano detenido ayer en Madrid por llevarse a una menor desde Barcelona había captado a su víctima entablando previamente una relación por internet. Poco más de 24 horas duró la fuga -o secuestro- de la niña barcelonesa, de 13 años, que padece un trastorno del espectro autista. Lo que se inició como una investigación por desaparición ha terminado con una detención por abusos sexuales.

Una patrulla de la Policía Nacional capturó ayer al adulto, de 24 años, en Moratalaz, barrio periférico de Madrid. En el momento de la detención estaban juntos.

La Policía pudo determinar tras la detención que la niña había sido víctima de abusos. La menor quedó bajo custodia en instalaciones de refugio, y el adulto pasó la noche en dependencias judiciales a la espera de su pase a disposición juidicial. Ambos habían desaparecido del barrio de Gracia de Barcelona la noche del martes. El periplo se inició en la puerta de un gimnasio barcelonés y acabó en el punto madrileño de detención gracias al geolocalizador del móvil de la niña. A través de él, supo la madre, cuando su hija desapareció, que iban camino de Madrid.

A las 23.30 horas de ese mismo martes, la madre, que se había percatado de la desaparición de la niña, denunció la ausencia de la niña. Las fuentes consultadas señalaron que la madre de la menor acudió a una comisaría de Mossos a denunciar que su hija se había marchado con un joven y que ambos viajaban a la cpital.

La alarma creció entre los Mossos al saber que era autista. La madre informó a los agentes de que podía saber dónde se encontraba la niña porque en su móvil tiene activada una aplicación para saber la localización exacta. Tras comprobar el destino de la niña, los Mossos avisaron a la Policía Nacional.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid confirmaron que, como el delito se ha cometido en Madrid, el detenido pasará a disposición de un juez instructor de esta ciudad.