Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil apresaron el pasado sábado a un hombre de 40 años acusado de provocar 42 incendios en la localidad pontevedresa de Salvaterra do Miño, los más graves de los cuales ocurrieron en la segunda quincena de julio. El detenido, que responde a las iniciales de A. A. R. S., pasó a disposición judicial y fue puesto ayer, sin embargo, en libertad con cargos.

El aumento de los focos de los incendios en los montes de Salvaterra al inicio del verano llevó a los agentes a colaborar con la Guardia Forestal de la Xunta para estudiar a fondo el modus operandi que se observaba en estos delitos. El hallazgo de un patrón y el análisis de las pistas detectadas les condujo a la detención del presunto pirómano.

El sospechoso y las diligencias pasaron a disposición del juez el pasado fin de semana, que decretó la libertad con cargos del detenido ya que en la actual legislación no es obligatorio que los presuntos pirómanos ingresen en prisión. No obstante, los agentes de la Guardia Civil han montado un dispositivo de vigilancia para evitar que el acusado vuelva a actuar.

El estudio de las pautas de actuación de los pirómanos es una medida que también se estudia emplear en otros casos en Galicia. De hecho, José Luis Baltar, presidente de la Diputación de Ourense, una provincia especialmente castigada por el fuego este verano, prometió ayer "medidas inmediatas" contra este tipo de comportamientos, para lo que recurrirá al "apoyo de especialistas".

DOS NUEVOS FUEGOS Por otra parte, los vecinos de la sierra de Huelva han vivido otro fin de semana de sobresaltos, tras declararse dos nuevos incendios que fueron sofocados ayer por la mañana tras arrasar un total de 135,5 hectáreas de matorral, pasto y eucalipto. El incendio más grave se declaró a las 16.20 horas del domingo en Calañas.