Alrededor de 22 horas y 45 minutos duró la fuga del presunto asesino de Palafrugell. A primera hora de la tarde de ayer, los Mossos d´Esquadra detuvieron a Francisco García Morales, de 34 años, después de que se escapara en La Bisbal de la custodia de dos agentes, uno de ellos en prácticas, el pasado miércoles.

Los mossos lograron enmendar el error gracias a un dispositivo de 80 agentes, otros tantos bomberos y voluntarios, 4 perros rastreadores y un helicóptero. Uno de los animales localizó al hombre, antiguo pastor y exmiembro de la Compañía de Operaciones Especiales (Coes) del Ejército, en un bosque Les Rabioses, ya en el macizo de Les Gavarres.

La policía autonómica ha abierto una investigación a los dos agentes que trasladaban al detenido, que se entregó tras degollar a su esposa, Silvia Cruz, de 29 años. El hombre se autolesionó, motivo por el que fue trasladado al ambulatorio de La Bisbal. "Parecía muy débil a causa de las heridas", dijo durante la búsqueda Yvonne Valero, inspectora jefa del Baix Empord , en un intento de defender a sus agentes. Pero nada más salir del vehículo policial y poner los pies en el suelo, salió corriendo a gran velocidad, haciendo inútil la persecución de los mossos.

RECIEN SALIDO DE LA ACADEMIA

La fuga recuerda a la protagonizada el 14 de octubre del 2001 por Manuel Brito y Francisco Javier Picatoste, por la intervención de un agente aún en formación en la custodia de detenidos por delitos graves. "Los mossos son policías desde que salen de la academia", justificó Valero.

El rostro le cambió a la inspectora jefa por la tarde, cuando se confirmaron sus sospechas de que el fugitivo estaba encontraba cerca de Cruïlles. Durante la fuga los mossos cierran un círculo de cinco kilómetros de radio, que los 80 agentes recorrieron varias veces. "No logró romper el perímetro", recalcó satisfecha la responsable policial por la tarde.

El temor entre los agentes era que el parricida pudiera cruzar ese círculo. De conseguirlo, se hubiera introducido en el espeso encinar de Les Gavarres y su búsqueda, aseguran, se hubiera prolongado varios días. Además, existía la premura en su localización para evitar que tratara de suicidarse de nuevo.

Sin embargo, durante su huida no trató de quitarse la vida, aseguró la jefa de los mossos . Según su versión, el hombre se alimentó en el bosque y no se acercó a ninguna zona habitada.