Entre el 2003 y el 2008, en la ciudad macedonia de Kicevo, se produjeron tres asesinatos similares: las víctimas eran maduras mujeres de la limpieza, madres solteras que habían sido maltratadas, violadas y asfixiadas. Dos personas, que hasta hoy mantienen que son inocentes, han sido condenadas a cadena perpetua, pero ahora la policía cree que el asesino es Vlado Taneski, de 56 años, un periodista local que solía escribir sobre los asesinatos que él presuntamente cometió. Los agentes encontraron su esperma en dos de las víctimas. Taneski está detenido. "Cuando informaba de los asesinatos, visitaba a las familias de las víctimas, y así seguía cómo iban las investigaciones", según un portavoz de Interior.