El primer detenido por el crimen Miguel Grima, alcalde popular de Fago, es quien, amparado por las siglas del PSOE, le disputó la alcaldía en las últimas municipales: Santiago Mainar. Pero lo de menos han sido las desavenencias políticas de fondo. La competencia de sus negocios turísticos --fallecido y detenido explotaban las dos únicas casas de turismo rural del minúsculo pueblo--, el conflicto por el paso del ganado y los encontronazos por el suministro de agua han enconado, a base de años, las relaciones entre los dos hombres.

Y, como bien saben los investigadores, la excesiva naturalidad y colaboración es, a veces, prueba inequívoca de la culpabilidad. Cuando, el 12 de enero, el cuerpo sin vida del alcalde fue encontrado en un barranco cosido a tiros de escopeta, Mainar se explayó a gusto sin ningún tipo de pudor al decir que, pese a las desavenencias con el fallecido, nadie en el valle podía haber cometido tamaña barbaridad.

Fuentes de la investigación informaron de que la implicación del guardia forestal Santiago Mainar en el crimen del alcalde es ya indiscutible. Su ADN, para cuya prueba facilitó muestras voluntariamente, coincide con el de los cabellos encontrados en el coche del fallecido. Sin embargo, según las mismas fuentes, queda por determinar cuál fue su papel, puesto que los investigadores dan por sentado que varias personas participaron, a distintos niveles, en los hechos.

NUEVOS ARRESTOS Fuentes de la investigación, sujetas al secreto de sumario, apuntaron la posibilidad de efectuar más detenciones en breve. De hecho, el arrestado estuvo presente ayer en el registro de su casa y, después, en el de su granja. Fue en ese momento cuando la Guardia Civil fue a buscar a otros dos vecinos del municipio, conocidos por su frontal oposición al alcalde fallecido. Una de estas personas fue Mónica, la dueña del único bar del pueblo, y Alejandro Coloma, un vecino que, pese a haber ganado en los tribunales su derecho a empadronarse en el pueblo, también fue llamado por la Guardia Civil.

LA POSTURA DEL PSOE A pesar de que Mainar llegó a optar a la alcaldía por el PSOE, el partido se apresuró ayer a negar cualquier vinculación con él. Según afirmaron fuentes de la formación socialista en Aragón, ni siquiera era militante. Días después del crimen, algunos vecinos pensaron que su antiguo rival se postularía para reemplazarlo, pero él lo descartó y dejó claro que no lo haría nunca.