EL CONDUCTOR fue detenido el viernes por una patrulla de motoristas de la Guardia Urbana de Barcelona al dar positivo en un control de alcoholemia, con una tasa seis veces más de la permitida, además de no usar el taxímetro cuando llevaba un pasajero invidente.

Según fuentes de la Guardia Urbana, al hablar con el taxista, la patrulla constató que tenía una forma de hablar "pastosa y ojos vidriosos", por lo que consideraron conveniente someterlo a una prueba de impregnación alcohólica, que dio como resultado 0,90 miligramos por litro en aire espirado (la tasa es de 0,15).