María es rubia y tiene los ojos claros. Pero no es nórdica. Es de Bulgaria y es gitana. La policía búlgara ha localizado a una pareja que, según todos los indicios, podrían ser los padres biológicos de la menor de unos 4 años hallada en un campamento gitano en el centro de Grecia. La procedencia del ángel rubio empieza a aclararse una semana después de que su caso pusiera sobre la mesa la vulnerabilidad de muchos menores sometidos a explotación.

La cadena griega Skai informó ayer de que la policía helena pidió ayuda a la búlgara después de que los falsos padres de la niña, ahora en prisión, declararan que un matrimonio de Bulgaria les entregó a la niña. Una versión que tiene visos de ser veraz. Algunos hijos de esta pareja, entre los que hay pelirrojos y rubios, muestran un gran parecido físico con María. Pero ha de ser la prueba genética de ADN la que confirme los indicios.

La pareja búlgara fue detenida y prestó ayer declaración. La misma cadena de televisión griega, citando a fuentes policiales, informó de que los padres biológicos habrían vendido a la niña a la pareja gitana griega por un precio que no superaría los 500 euros. Esta línea de investigación debilita la hipótesis del secuestro de María, que no ha sido reclamada por nadie y que tampoco consta en el registro de desaparecidos de la Interpol.

ADN Por el contrario, toma fuerza entre los investigadores la certeza de que existe una red de tráfico de menores para su explotación. De hecho, los falsos padres de María, Jhristos Salis y Eleftheria Dimolou, se encuentran en prisión preventiva en Grecia acusados de un delito de secuestro y falsedad documental. Llegaron a decir que la niña era su hija biológica, una aseveración desmontada inmediatamente por las pruebas de ADN.

Panagiotis Pardalis, portavoz de la oenegé La Sonrisa de un Niño, que se ha hecho cargo de la menor, asegura que fue explotada mientras se encontraba con la familia griega. Las investigaciones han desvelado que la misma pareja había registrado a una docena de niños a los que utilizaba para la mendicidad. Además, presuntamente, se beneficiaban de cuantas ayudas sociales podían.

INTERMEDIARIOS Las investigaciones continúan ahora con el objetivo de averiguar si la pequeña María fue vendida por sus padres biológicos o a través de intermediarios especializados en este tipo de delitos. La segunda posibilidad reforzaría la tesis de la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico infantil.