Habían recorrido más de 80.000 kilómetros en los últimos seis meses, vestidos de sacerdote, con alzacuellos y traje negro de clergyman. De esta guisa habían entrado en las iglesias de media España en busca de objetos de valor, piezas de arte sacro y otras rarezas que pudieran interesar a los coleccionistas. Los fotografiaban y, cuando encontraban la ocasión, se los llevaban consigo.

Cuando fueron detenidos el pasado jueves en la aduana de Andorra, José María P.R., de 36 años y natural de Burgos, y Luis A.M., también de 36 y vecino de Albacete, portaban diversos breviarios, dos de ellos sustraídos en una iglesia de La Seu d´Urgell. Su equipaje lo formaban unas camisas, casullas robadas en el Hospital de Parapléjicos de Toledo y libros, misales y objetos de culto procedentes del hospital de Cangas.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, sobre los dos presuntos ladrones pesaban nueve órdenes judiciales de búsqueda y captura y 36 antecedentes policiales. Fueron arrestados porque el coche con el que intentaban entrar en España constaba como robado en un concesionario de automóviles de Burgos.