Un guardia civil y otras ocho personas han sido detenidos por su supuesta implicación en varios robos con violencia e intimidación perpetrados en viviendas de Alicante y Murcia cuando sus moradores, principalmente empresarios, se encontraban dentro.

Fuentes de la Guardia Civil han indicado hoy que "los objetivos preferidos" de la banda eran empresarios de alto nivel adquisitivo, a los que mantenían toda la noche maniatados para infundirles miedo y evitar denuncias.

La organización delictiva, cuyos integrantes fueron arrestados el pasado día 2, empleaba armas de fuego para intimidar a sus víctimas y también les sustraía sus vehículos para exigirles importantes cantidades de dinero en efectivo para su devolución.

SECUESTRO DE UN HOMBRE

La última de las actividades delictivas atribuidas a la banda es el secuestro ocurrido el 31 de mayo en Santiago de la Ribera (Murcia) de un hombre, a quien los delincuentes mantuvieron maniatado a un sillón hasta que su esposa entregó los 3.000 euros de que disponía para su liberación, comprometiéndose a pagar otros 20.000 al día siguiente.

Los arrestados -ocho hombres y una mujer- son de nacionalidades rumana y española, y tienen entre 21 y 50 años, según las mismas fuentes.

A seis de ellos se les imputan los presuntos delitos de robo con violencia, secuestro, lesiones, detención ilegal y asociación ilícita.

REVELACIÓN DE SECRETOS

Al séptimo, además de estos hechos, se le atribuye también un presunto delito de revelación de secretos debido a su condición de miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que se trata de "un cabo de la Guardia Civil de Murcia", según fuentes próximas a la investigación.

El resto de los arrestados está acusado de los delitos de receptación al estar en posesión de un teléfono móvil sustraído en uno de los robos con violencia.

En cuatro registros practicados en sendos domicilios, los agentes se han incautado de un vehículo de alta gama que había sido robado en Castellón y que era utilizado por la banda con las placas dobladas para desplazarse hasta el lugar donde cometía sus acciones delictivas. Asimismo, han recuperado varios efectos electrónicos, teléfonos móviles, dos pistolas y joyas.

Entre otros delitos, al grupo se le atribuye la autoría de un robo con violencia cometido el 13 de febrero en Dolores de Pacheco (Murcia), donde el encargado de una finca sufrió lesiones graves al negarse a facilitar las llaves para que los ladrones accedieran a la vivienda.