Los Mossos d'Esquadra han detenido a los responsables de tres bares del área de Barcelona que supuestamente saquearon durante meses la recaudación de las máquinas tragaperras de sus establecimientos, con lo que lograron más de 34.000 euros, y posteriormente denunciaron falsamente que les habían asaltado.

En declaraciones a Efe, el subinspector de los Mossos d'Esquadra David Carrasco, ha explicado que la investigación se inició en febrero de este año, a raíz de las sospechas por la acumulación de denuncias por robos nocturnos en las máquinas tragaperras de cuatro bares propiedad de seis hermanos, procedentes de Bangladesh.

Cuando los agentes acudían a los establecimientos que supuestamente habían sido asaltados, situados en Badalona y Sant Adrià del Besós, comprobaban en una simple inspección ocular que los accesos al establecimiento no habían sido forzados.

Los agentes preguntaban entonces a los responsables de los bares cómo podía ser que les hubieran saqueado las tragaperras sin forzar los accesos del local, a lo que éstos respondían alegando excusas variopintas como que se habían dejado la puerta abierta o que no habían conectado las alarmas, según ha explicado Carrasco.

Las máquinas tragaperras que hay en los bares son propiedad de empresas del sector, que las ceden a los locales de hostelería, que se quedan con un porcentaje de la recaudación.

Tras gestionar una veintena de denuncias parecidas, los Mossos d'Esquadra se pusieron en contacto con los responsables de las compañías que explotan las tragaperras, que ante el insólito aumento de las denuncias acordaron reforzar las medidas antirrobo, instalando unas planchas de acero en las máquinas.

A partir de entonces, según Carrasco, los responsables de los cuatro bares pasaron a denunciar una decena de robos con violencia a media mañana, en los que supuestamente los asaltantes cortaban con una radial la plancha de acero para acceder al botín.

Se da la circunstancia de que cuando ocurrían estos asaltos a media mañana no había nunca ningún cliente en el establecimiento, por lo que no se pudo encontrar a ningún testigo.

Los Mossos d'Esquadra inspeccionaron los cuatro bares el pasado 18 de julio y encontraron en los locales gran cantidad de herramientas con las que supuestamente sus responsables forzaban las tragaperras para quedarse con la recaudación.

Los agentes encontraron además documentación que les ha puesto ahora sobre la pista de que los detenidos también podrían haber utilizado tarjetas de crédito robadas o dobladas para pagar los recibos de los locales.

Los cuatro bares eran propiedad de seis hermanos, si bien tres de ellos estaban regentados por conocidos suyos, también procedentes de la misma región de Bangladesh.

Los tres detenidos, que han quedado en libertad con cargos, son uno de los hermanos, un conocido suyo que gestionaba otro bar y la esposa -de origen hondureño- de uno de ellos, que regentaba otro de los establecimientos. El responsable del cuarto local se encontraba fuera de España el día de la operación policial.