El capitán y cinco tripulantes del barco portugués "Albimar" han ingresado en prisión tras ser detenidos por llegar a Gran Canaria con once inmigrantes irregulares a los que cobraron 44.000 euros por transportarlos hasta Canarias, informó hoy la Jefatura Superior de Policía.

El barco permanece atracado en la capital grancanaria, adonde llegó con inmigrantes de Guinea Bissau y Mauritania tras cobrarles 4.000 euros a cada uno.

El capitán, Carlos Alberto A.R., embarcó a los inmigrantes en el puerto mauritano de Nouadhibou, tenía documentación para hacerlos pasar por marineros y los obligó a trabajar durante el trayecto sin pagarles nada a cambio. El capitán ya estuvo detenido en Senegal acusado de tráfico de personas en el mismo barco, por lo que pasó ocho meses de prisión.

Todos los inmigrantes han declarado que fueron captados por dos marineros del barco llamados Eduardo José M.P y Joao S.D., quienes fueron detenidos junto al primer oficial Joao D.S.V. y el marinero Mohamed M.S.H. El objetivo del capitán y la tripulación era desembarcarlos poco a poco en Gran Canaria y zarpar sin ellos, tal como han hecho de forma continuada, a veces con inmigrantes escondidos en un zulo bajo el cajón de redes.

El quinto marinero implicado, Alberto K.Jl, ya fue detenido en 2006 en Gran Canaria junto al resto de la tripulación del barco portugués "Mapopeche-1", que atracó con veinte inmigrantes subsaharianos escondidos en otro zulo de 3 por 1,5 metros de superficie por uno de alto, por lo que también ingresaron en prisión.

Los inmigrantes aseguran que la pérdida de 4.000 euros es para ellos un quiebro económico porque en su país es una verdadera fortuna.