La Guardia Urbana ha localizado, gracias a la trayectoria de las balas, a un joven francotirador que el pasado 9 de marzo, junto a cuatro amigos, disparó un proyectil de plomo a la cabeza de un vigilante del área azul en el Eixample, que tuvo que recibir cuatro puntos de sutura.

Según ha informado este viernes la policía local barcelonesa, el supuesto autor del disparo y sus cuatro amigos han sido imputados por un delito de lesiones graves agravadas y otro de daños, ya que también dispararon contra el mobiliario urbano y otras propiedades, provocando daños por un valor aproximado de 2.000 euros.

Los hechos ocurrieron el pasado 9 de marzo por la tarde, cuando un vigilante de área azul resultó herido en la parte posterior de la cabeza al recibir un proyectil cuando estaba trabajando en la calle de Sardenya, esquina con Ali Bei.

PUNTOS DE SUTURA

El hombre fue trasladado al Hospital del Mar, donde se le extrajo un proyectil de plomo del calibre 4,5 y se le pusieron cuatro puntos de sutura.

La Guàrdia Urbana inició una investigación, en la que descubrió que, además de al vigilante, también habían disparado contra señales de tráfico, semáforos y otras propiedades privadas.

Gracias a la declaración de la víctima y la colaboración de los vecinos, los agentes lograron reconstruir los hechos y establecer posibles trayectorias de los disparos, lo que les permitió localizar el origen y a los presuntos responsables.

Tras localizar el punto de donde habían salido los disparos, los agentes identificaron a cuatro jóvenes en la calle Ali-Bei, a los que intervinieron una escopeta de aire comprimido con mira telescópica de gran precisión, dos pistolas de aire comprimido y munición especial blindada para estas armas.