"Es un dia inolvidable para nosotros" confesó ayer Julio Hernández, un montehermoseño que este año ha tenido el privilegio de ser el mayordomo de la fiesta de Los Negritos de San Blas junto a su esposa Francisca Martín. Ambos, en agradecimiento al santo por haber correspondido a una promesa tras sufrir un problema de salud, se han volcado este año y más concretamente ayer para celebrar por todo lo alto estas fiestas que tienen 500 años de historia y que ostentan la declaración de Interés Turístico Regional desde el 2006.

"Es un orgullo servir a san Blas, estamos muy contentos, este año es especial", añadió Francisca mientras sujetaba en un brazo una cesta repleta de los populares cordones bendecidos que protegen contra los males de garganta. "Para este año hemos hecho cinco mil metros de cordón y hoy lo venderemos todo", manifestó. De hecho, eran muchas las personas que mientras caminaban junto al santo en procesión se acercaban para comprar varios cordones de distintos colores a 50 céntimos cada uno para después repartir entre amigos y familiares.

El interés que esta fiesta suscita entre el público está asegurado y ayer volvió a demostrarse con la gran asistencia de personas de fuera a pesar de ser un día laborable. "Estimamos que hoy --por ayer-- pueden congregarse en Montehermoso entre 5.000 o 6.000 personas", señaló el alcalde, Carlos Labrador, mientras observaba uno de los momentos de mayor interés para el público como son las 17 danzas interpretadas por los ocho Negritos y el palotero en la plaza Mayor. "La fiesta de los Negritos tiene su origen en los miembros de una familia pobre que acudían al municipio a bailar a cambio de limosnas, cuando pasaron 16 años se les terminaron las danzas y decidieron venir pintados de negro, aunque el público les reconoció, les pidieron que en adelante siguieran bailando a San Blas pero con las caras tiznadas", explicaba un vecino a un turista que aún no había visto en vivo y en directo esta fiesta.

Ayer, Montehermoso desbordaba devoción, alegría y baile al ritmo de castañuelas, flauta y tamboril. Pero, entre tanta diversión, un llamamiento de palabras de Los Negritos y el palotero . "Necesitamos más apoyo de las administraciones porque todo nos lo tenemos que costear nosotros, debe de apoyarse más esta fiesta y más aún cuando desde octubre estamos enseñando a una cantera de niños a bailar las danzas", manifestaron.