La Asamblea de Directores Cinematográficos (ADIRCE) defiende, en el primer volumen de su publicación Colección cine , la llamada "excepción cultural", es decir, no creen que los filmes sean equiparables a cualquier mercancía y sostiene que requieren y merecen el apoyo del Estado.

En el citado volumen, coordinado por el cineasta Javier Maqua, ADIRCE defiende "el mantenimiento del principio de excepción cultural" del que depende "todo el sistema de ayudas y subvenciones".

La excepción cultural excluye y protege los bienes culturales de ser considerados mercancías simples y por tanto permite cierto intervencionismo público en contra de la cada vez mayor libertad comercial transnacional en el mundo, continúa el volumen, publicado por ADIRCE en las primeras semanas del presente año.

La publicación incluye varios artículos de expertos del mundo audiovisual, como el crítico de cine Antonio Llorens, quien apunta que "la denominada excepción cultural es un derecho irrenunciable para preservar y desarrollar convenientemente las culturas nacionales".