Los responsables de la discoteca madrileña El Balcón de Rosales, en la que murió un joven tras recibir una brutal paliza, supuestamente por parte de los porteros del local, ha asegurado hoy que cumple los requisitos para ejercer su actividad y que tiene contratado el servicio de portería con otra empresa.

Dos días después de los hechos, la discoteca ha hecho público un comunicado en el que "quiere expresar su profundo dolor por los hechos" y transmite "su más sincero pésame a los familiares y amigos". Añade que, "ante la consternación de todos los que forman parte" del establecimiento "y en señal de duelo, se ha decidido cerrar sus puertas hasta nuevo aviso".

Además de afirmar que "ha colaborado, desde el primer momento, con las autoridades competentes en el esclarecimiento de los hechos", precisa que "el servicio de portería está contratado a una empresa externa, a quien corresponde la selección y supervisión del personal que realiza tales funciones". Indica que la discoteca "es una concesión administrativa", "tiene la autorización municipal y cumple los requisitos preceptivos para ejercer su actividad desde el año 2000".

También hoy, el gerente de la Asociación de Empresarios de Espectáculos, Salas de Fiesta, Discotecas y Ocio (Asfydis) de Madrid, Juan Antonio Fernández, ha dicho a Efe que lo sucedido a las puertas del local de ocio madrileño es un "hecho aislado", "fruto de la violencia", "complicado de controlar al igual que el fenómeno de la violencia de género".

Fernández ha declarado que los propietarios de discotecas de la región están muy afectados por la muerte de un joven en El Balcón de Rosales y han defendido que ellos "no eligen contratar a violentos". Según ha explicado a Efe, el propietario de un local jamás permitiría que un empleado suyo hiciera uso de la violencia y, de hecho, muchos porteros han sido despedidos supuestamente por hacer uso de ella.

Por otro lado, ha manifestado que la actividad de los porteros de discotecas ya está regulada en la Comunidad de Madrid, pero pendiente del desarrollo de la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas de 1997. "Su desarrollo puede incluir aspectos nuevos sobre los porteros, entre ellos la obligatoriedad de cursos de formación para los profesionales, pero que tampoco evitarán necesariamente estas situaciones, fruto de conductas individuales", ha dicho.

Las competencias del portero de discoteca son ejercer el derecho de admisión, cobrar las entradas, pedir el documento de identidad y llamar a la policía si es necesario, ha detallado.

Ante la posibilidad de que vigilantes pertenecientes a empresas de seguridad homologadas por el Ministerio del Interior se hagan cargo de la seguridad en locales, el gerente ha opinado que tampoco cambiarán situaciones de este tipo y que éstos deben dedicarse a otras funciones, como la vigilancia en joyerías.