El hombre que confesó en la madrugada del lunes que había matado a su hermano y había descuartizado y congelado su cadáver en su piso de Palma ha pasado esta mañana a disposición judicial.

El presunto homicida, un profesor de Religión que convivía con la víctima en una vivienda del barrio palmesano de Pere Garau, ha sido conducido hasta los Juzgados por la Policía, ante la que se personó a las 04.00 horas del lunes para atribuirse la muerte a martillazos de su hermano.

Tras su confesión, agentes de la Policía se dirigieron al piso y descubrieron en cámaras congeladoras varios huesos, órganos internos y partes del cadáver de su hermano.

Según explicaron a Efe algunos vecinos, el presunto homicida es profesor de primaria y, además de con su hermano, convivía también en el mismo piso con su hija, menor de edad.

La víctima y el homicida confeso residían juntos desde hace aproximadamente un año y, de acuerdo con las primeras pesquisas, durante los últimos meses habían mantenido fuertes discusiones, al parecer por cuestiones económicas.