Un hombre divorciado asesinó a sus cuatro hijos y se suicidó en la localidad de Néant-sur-Yvel, al oeste de Francia. Los menores, tres niñas y un niño con edades comprendidas entre los 2 y los 9 años, fueron degollados al término del fin de semana que les correspondía pasar con su padre. Tras matarlos, el hombre se ahorcó en un hangar junto a su vivienda, explicó un miembro de este cuerpo de seguridad.

Los cinco cadáveres fueron descubiertos por agentes de la policía francesa que acudieron al domicilio paterno después de que la madre denunciara que los niños no habían regresado a casa. Según los agentes, el crimen debió de producirse ayer por la mañana o el domingo por la noche. El hombre, un chatarrero de 31 años, dejó escrita una carta antes de suicidarse.