La Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa (Feder), que agrupa a más de 2.000 docentes sobre un total de 13.000 profesores de Religión en Centros Públicos, denunciaron ayer mobbing (acoso) laboral, precariedad e indefensión.

Feder lamentó la "situación de indefensión y terror que vivimos los profesores porque dependemos de la voluntad individual, arbitraria y distinta en cada diócesis", ya que "lo que en una diócesis está bien, en otra puede estar mal".

La federación denunció el caso de dos profesoras de religión en Canarias que fueron expulsadas, pero ganaron sus pleitos tres veces en tres años consecutivos, con despidos nulos y que "actualmente están perseguidas en sus puestos de trabajo, porque la Consejería de Educación les tienen pagando pero sin trabajar y hay otras profesoras en sus puestos de trabajo".

También criticó que "nuestro contrato, aunque contrato basura, está suscrito con la Administración educativa y no con la jerarquía" y señaló que, en consecuencia, "la relación laboral es entre el trabajador y su empleador, en este caso, la Administración".

Anunció que "lucharemos con todas nuestras fuerzas para lograr que la Constitución y el Estatuto de los Trabajadores se aplique también a nosotros como al resto de los trabajadores", para lo cual han mantenido contactos con "todos los grupos parlamentarios" con vistas a sacar adelante una enmienda al Presupuesto.