Los cuidadores de linces están a punto de montar una guardería en Doñana ante la avalancha de nacimientos del último mes. Si hace tres semanas Saliega daba a luz por segunda vez a dos cachorros, ahora le ha tocado el turno a Esperanza y Aliega, aunque sólo han prosperado las crías de la primera. Los dos nuevos cachorros se encuentran en buen estado de salud, según confirmaron desde el Centro de Cría en Cautividad del Acebuche, y ya están siendo amamantados por su madre, aunque aún se desconoce su sexo.

Los científicos aún no han podido acercarse a ellos --algo que ocurrirá en unos 20 días-- para no alterar a la madre, y mantienen la vigilancia por televisión para comprobar la evolución de los cachorros, que transcurre con normalidad. En total son ya cuatro los alumbramientos producidos en Doñana, aunque de las nueve crías sólo sobreviven seis. El último de ellos fue el de Aliega, que dio a luz un cachorro muerto y otro que falleció.

El parto de Esperanza es más llamativo si cabe porque en él se unen las dos poblaciones de linces de Sierra Morena y Doñana después de seis décadas, lo que supone un avance "muy importante" a efectos genéticos y abre nuevas esperanzas a los científicos al prosperar la unión de dos tipos genéticos aislados. La madre, procede de Jaén y el padre, de Sierra Morena.