Tras bajar de intensidad después de arrasar las Bahamas, el huracán Dorian prosiguió ayer su camino hacia la costa este de Estados Unidos, donde se ha ordenado la evacuación de un millón de personas. Según los informes del Centro Nacional de Huracanes de EEUU (NHC, en sus siglas en inglés), Dorian se dirigía hacia las Carolinas con vientos máximos de hasta 185 kilómetros por hora.

En la trayectoria pronosticada se esperaba que el centro del huracán se aproximara ayer a la costa de Carolina del Sur y se moviera cerca o sobre la costa de Carolina del Norte entre la noche de ayer y el día de hoy.

Los meteorólogos alertaron de que, a pesar de la pérdida de intensidad, el huracán puede causar tormentas «potencialmente mortales» en la costa estadounidense. En Charleston (Carolina del Sur) ya empezaron a notarse sus efectos, con árboles y postes eléctricos caídos por la fuerza del viento. Según las autoridades, más de 200.000 hogares se quedaron sin electricidad y cientos de calles se encontraban bloqueadas. La Oficina del Sheriff, por su parte, pidió a los ciudadanos que no salieran de sus hogares. «Refúgiense en sus casas. Por favor, no salgan de sus casas a menos que sus vidas estén en peligro allí», tuiteó.

A partir de hoy por la noche, Dorian pasará por el sudeste de Nueva Inglaterra y mañana se aproximará a Nueva Escocia (Canadá). A medida que vaya avanzando, el NHC espera que su intensidad vaya disipándose, aunque augura que en los próximos días seguirá manteniendo categoría de huracán.

Mientras, en las Bahamas prosigue la búsqueda de más víctimas y la entrega de ayuda a los supervivientes. Según el último recuento oficial, el número de muertos se eleva ya a 20, aunque el ministro de Sanidad advirtió de que el balance final será superior. Las imágenes aéreas del archipielago dan cuenta de la envergadura del desastre, especialmente en las islas Ábaco y Gran Bahama, sobre las que planeó durante 36 horas. El 60% de Marsh Harbour, la principal ciudad de las Ábaco, está destruida, según el primer ministro, Hubert Minnis, y el aeropuerto se encuentra inundado.

El jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, recalcó que Dorian ha tenido un impacto «enorme» en las Bahamas y también aseguró que el país caribeño «nunca ha visto nada de esta escala». Según la organización, alrededor de 70.000 personas están necesitadas de una ayuda inmediata en el archipiélago, por lo que ha desbloqueado un millón de dólares de su fondo de emergencia para aportar una primera ayuda a los afectados.