Dos bebés murieron el sábado en un hospital de Maguncia, en el centro de Alemania, y nueve se encuentran en estado grave tras haber recibido alimentación intravenosa contaminada con bacterias intestinales. Así lo confirmó ayer la dirección del Hospital Universitario de la ciudad alemana, al que la policía y la fiscalía de Maguncia han abierto una investigación por homicidio, negligencia y lesiones graves.

Todos los bebés afectados se encontraban en la unidad de cuidados intensivos con enfermedades graves, lo que les hacía más vulnerables a cualquier complicación. Los fallecidos tenían 8 meses y pocas semanas, y ambos padecían dolencias del corazón. De los nueve que siguen afectados, uno está grave, en peligro de muerte y cuatro se encuentran en estado crítico. "Asumimos que uno de ellos probablemente morirá, y con los otros cuatro somos optimistas, aunque precavidos", declaró al diario Bild el jefe de medicina del hospital, Norbert Pfeiffer.

Los bebés recibieron por vía intravenosa una alimentación preparada a partir de nueve componentes que suministran empresas externas al hospital y que ahora están siendo analizados para determinar cuál de estos componentes contenía las bacterias que propiciaron la infección de los menores.

CONDICIONES HIGIENICAS El diario Bild aseguraba ayer, sin embargo, que la causa de la contaminación podría estar en las condiciones higiénicas del propio hospital y en el estado de los catéteres empleados para suministrar el compuesto a los pacientes. Desde la dirección del hospital se ha pedido paciencia para poder analizar dónde se produjo exactamente el fallo médico: "Estamos investigando para aclarar lo sucedido", afirmó el jefe de medicina Pfeiffer.

Por su parte, el fiscal general de Maguncia, Klaus-Peter Mieth, aseguró ayer que "los catéteres son el único lugar de los aparatos en los que intervienen directamente los trabajadores y, por tanto, a través de los cuales pudieron entrar las bacterias". Mieth ordenó clausurar la sala especial donde pudo producirse la contaminación. Ahora, según el fiscal general, lo principal es averiguar de qué forma llegaron las bacterias intestinales al cuerpo de los bebés. "Cuando aislemos el germen tendremos una oportunidad de descubrir el supuesto causante", señaló Meith.

Los análisis realizados hasta ahora solo han podido constatar que uno de los bebés murió a causa de las bacterias intestinales, pero no de dónde procedían estas. En este sentido, fue la propia dirección del centro la que avisó a la policía, el pasado domingo, al constatar la causa común de las muertes y los daños a los otros afectados.

TIPO DE BACTERIA El fiscal general Mieth precisó ayer que espera obtener los primeros resultados de las investigaciones microbiológicas hoy mismo aunque, por otra parte, advirtió de que contrastará los resultados con los de otro análisis.

La identificación del tipo de bacteria que produjo la muerte de los recién nacidos es básica para determinar el origen de los organismos bacteriológicos.