Dos bolas de fuego han atravesado el cielo la noche del 1 de noviembre. La primera de ellas se ha podido ver en Castilla-La Mancha, alrededor de las 20 horas de la tarde. La segunda, sobrevoló el norte de África sobre las 23.30 horas de la noche. Las dos bolas han sido registradas por los detectores del proyecto SMART -nuevo sistema de detección de bólidos-, situados en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada), La Hita (Toledo) y Sevilla.

Origen de las bolas de fuego

Según el análisis del profesor José María Madiedo (del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA CSIC), la primera bola tuvo un origen cometario, es decir, un trozo de roca desprendido de un cometa. El bólido, según las primeras investigaciones, impactó contra la atmósfera terrestre a una velocidad estimada de unos 65.000 km/h. La segunda bola, por contra, tuvo un origen asteroidal, es decir, provenía de un asteroide.

Las bolas de fuego tuvieron un brillo similar al de la luna llena y finalizaron con una gran explosión.

Los dos objetos pudieron ser grabados con las cámaras de vigilancia externa del Observatorio de Calar Alto en Almería.