La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos hermanos de origen chino a veinte años de prisión, a cada uno de ellos, por el asesinato, con alevosía y ensañamiento, de un joven compatriota a la salida de un karaoke de la localidad madrileña de Parla en 2011.

En la sentencia, al que ha tenido acceso Efe, la Sección Sexta de la Audiencia madrileña establece que los dos acusados deberán indemnizar con 172.564 euros a los padres de la víctima.

La resolución ha sido dictada conforme al veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, que ha considerado probado que sobre las 04:00 de la madrugada del 7 de enero de 2011 un grupo de diez a quince personas, provistas de cuchillos y navajas, fueron corriendo hacia la víctima, Qunde Qiu, que acababa de salir del karaoke "El cielo y el mundo", situado en Parla, y se disponía a abrir su vehículo para marcharse del lugar.

Al percatarse de la presencia del grupo que se le aproximaba, la víctima emprendió la huida a pie hacia la carretera M-408, donde le dieron alcance, le propinaron diversos golpes en el rostro y la cabeza y le asestaron hasta diez puñaladas -las más graves en el codo y la pierna izquierda-, que determinaron el fallecimiento de Qunde Qiu a las 04:50 horas del 7 de enero de 2011.

Los agresores, por el número y por la pluralidad de armas que portaban, impidieron cualquier posibilidad de defensa de la víctima y aumentaron de forma "deliberada e inhumana" su sufrimiento para causarle la muerte.

El tribunal del jurado ha estimado que los dos acusados, de 21 y 23 años, formaron parte del grupo que causó la muerte a Qunde Qiu, de 20 años.

En su declaración, según la sentencia, los procesados "mintieron" sobre lo sucedido, puesto que hay testigos que sitúan a los acusados en el lugar de los hechos y aseguran que portaban armas.

Los procesados están "claramente identificados" en las imágenes grabadas en el karaoke, en las que se ve que un grupo de gente sale corriendo detrás del fallecido, precisa la resolución.

Además, detalla, la ropa que se les interviene a los dos detenidos contiene sangre del fallecido y fue analizada mediante pruebas de ADN, lo que demuestra que "participaron en la agresión".

En sus conclusiones definitivas, el fiscal pidió veinte años de prisión para los procesados por un delito de asesinato y una indemnización de 172.339 euros para los padres de la víctima.

La acusación particular solicitó veinticinco años de cárcel por asesinato, con las circunstancias agravantes de alevosía y ensañamiento, y una indemnización de 250.000 euros para los progenitores de la víctima, mientras que la defensa reclamó la imposición de la pena mínima.

Los dos procesados, sin antecedentes penales, se encuentran en prisión provisional por esta causa desde el 9 de enero de 2011.