Dos hermanos de 11 y 13 años fallecieron ayer arrollados por un tren en Murcia. Los fallecidos abandonaron una moto robada junto a las vías del tren al ver que se acercaba una patrulla de la policía y saltaron la valla que protege la línea del ferrocarril.

El suceso se produjo a las 14.40 horas en la senda de la pedanía de Los Garres cuando las víctimas, B.N.D., de 13 años, y J.N.N., de 11, viajaban con otros dos menores en una motocicleta.

LA SECCION ECOLOGICA El grupo observó que en el paso a nivel, a unos 15 metros de donde se encontraban, estaba detenida delante de la barrera una patrulla de la sección ecológica de la policía local de Murcia.

Fue entonces cuando decidieron abandonar la moto, un ciclomotor marca Daelim, que figuraba como sustraído.

Los cuatro menores saltaron la valla que protege las vías del tren, de 2,5 metros de altura, justo en el momento en que pasaba un convoy de cercanías que había salido 10 minutos antes de la estación de El Carmen. Los dos fallecidos quedaron tendidos en las vías y sus dos acompañantes resultaron ilesos. Uno de ellos, de 15 años, también es hermano de las víctimas.

La unidad policial que intervino en un primer momento se encontraba parada junto a otros vehículos en el cruce de la vía, por lo que los agentes fueron testigos directos del accidente.

Los policías descendieron de su vehículo para prestar los primeros auxilios, junto con otras personas que se encontraban en el lugar, y comprobaron que dos de los cuatro menores habían muerto.

Los agentes avisaron a la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía y a los servicios sanitarios. Una unidad medicalizada de emergencia (UME) acudió al lugar, aunque sus miembros sólo pudieron certificar el fallecimiento de los dos hermanos.

SE ASUSTARON El consejero de Obras Públicas de la Comunidad Autónoma de Murcia, José Bascuñana, confirmó que los cuatro jóvenes intentaron huir de la policía local.

"Debieron asustarse porque iban los cuatro en la moto con tan mala suerte que al atravesar la vía pasaba el cercanías", explicó.

Los fallecidos, de etnia gitana, vivían en una vivienda social cedida por el ayuntamiento en la pedanía de Cobatillas.

La madre y una tía de los menores recibieron asistencia médica al sufrir una crisis nerviosa. El padre se encuentra en prisión y posiblemente será excarcelado para que pueda asistir al funeral.