Las llamas que arrasan Galicia desde el sábado se cobraron ayer las primeras víctimas mortales. Una furgoneta apareció calcinada en una carretera de Nigrán, en concreto entre Camos y Chandebrito, con dos personas muertas en su interior. El vehículo quedó cercado por el fuego en una zona arbolada que no pudo ser desalojada. En torno a las 21.50 horas de ayer noche se confirmó la trágica noticia, según informaba Faro de Vigo.

Unos 150 incendios forestales queman desde el pasado sábado esta región mientras la Xunta apunta a «clara intencionalidad», con riesgo para la población en Pazos de Borbén (Pontevedra), donde las llamas afectan a 1.500 hectáreas, en una jornada en que ardían más de 4.000. Se trata de la «actividad incendiaria homicida»; con los efectos climatológicos «más adversos posibles», en medio de una sequía «continuada» y vientos «cada vez más intensos», aseguró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

En cuanto a las previsiones meteorológicas, claves para la extinción, Feijóo señaló que se trabaja con las hipótesis de que comience a llover o bien la madrugada del lunes, o el martes, pero insistió en que se debe estar pendiente, sobre todo, del viento.

La consejera de Medio Rural de la Xunta, Ángeles Vázquez, afirmó que solo en el incendio de Pazos de Borbén había cuatro focos diferentes, consecutivos, pegados a la carretera en una noche en que «la previsión era de viento fuerte, había temperaturas altas y humedad relativa muy baja». El fuego, que se originó en Ponteareas, afecta también a los municipios limítrofes de Redondela y Soutomaior, y obligó a evacuar la parroquia de Padróns.

El departamento de Medio Rural hizo una «llamada a la reflexión» ante una situación que no ocurre «porque sí» y que no es «fruto de la casualidad». «Primero fueron los parques naturales y ahora fue Pontevedra en cuatro focos importantes que abarcan cuatro municipios».

Las labores de extinción se complican también debido a que «el viento cambia continuamente».

Ayer trabajaban contra los incendios unas 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos además de 160 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por dieciocho motobombas y seis nodrizas, mientras esperan cien refuerzos.

La proximidad de las llamas al campus de la Universidad de Vigo, en Beade, obligó a desalojar la residencia estudiantil por precaución. El área metropolitana de Vigo está siendo una de las más afectadas.

En Orense, la provincia más afectada, hay un incendio en Vilamartín, con cien hectáreas en la parroquia homónima, y tres en Vilariño de Conso, con cuatrocientas hectáreas quemadas. En Lugo un fuego controlado afecta a 150 hectáreas en Esmeriz.