El Ayuntamiento de Getafe confirmó ayer que el gas fue la causa de la explosión ocurrida la noche del miércoles al jueves en un edificio de la calle de Valencia que causó la muerte a dos mujeres e hirió a otras once personas, entre ellas a los dos hijos de las fallecidas, uno de los cuales, un bebé de 4 meses, permanece en estado crítico.

El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, informó de que no se han encontrado restos de explosivos en la vivienda siniestrada y explicó que la "tremenda" acumulación de gas que provocó daños en 85 pisos y 47 vehículos pudo tener su origen en un "encendido en falso del sistema de calefacción".

También la Jefatura Superior de Policía indicó que las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Científica confirman que no hay indicios delictivos en el suceso, motivo por el que no harán público informe alguno.

Por su parte, los técnicos de Gas Natural, compañía que ha lamentado profundamente este "accidente", revisaron ayer la instalación del piso y comprobaron que "se habían realizado obras particulares para sustituir la cocina de gas por una cocina vitrocerámica eléctrica".

Según algunos vecinos, la explosión se pudo producir cuando una de las fallecidas estaba enseñando el piso a la otra, de la que fuentes municipales han confirmado que vivía en otro número de la misma calle.

Las dos mujeres que perdieron la vida en el siniestro son, según fuentes del Ayuntamiento getafense, Raquel Romero, de 33 años, y Mari Carmen Sánchez, de 35, y madre de un niño de 10 años que resultó herido.