La capa de hielo de Groenlandia, la segunda más grande del mundo y la más afectada por la subida de las temperaturas, se está derritiendo a un ritmo sin precedentes. Prueba de ello, las imágenes captadas por un equipo de científicos durante una de sus expediciones al Ártico. En estas se ve como el mar devora hasta un metro y medio de la capa de hielo ártico de un kilómetro de espesor en apenas cinco horas. Los expertos señalan que esta capa de hielo se está fracturando desde sus cimientos. Un nuevo estudio publicado en la revista científica 'Proceedings of the National Academy of Sciences' muestra, por primera vez con imágenes reales, cómo estás fallas están contribuyendo al proceso de deshielo.

La cronología del fenómeno es la siguiente. Cada verano, mientras aumentan las temperaturas, en el helado suelo de Groenlandia se forman miles de lagos. Muchos de estos drenan en unas pocas horas, dejando a su paso cavidades a través de las cuales el agua desciende hacia el fondo de la capa de hielo. Estas fallas suelen permanecer abiertas durante el resto de la temporada de deshielo, canalizando el agua de arroyos y ríos superficiales hacia los cimientos de la capa de hielo. Este proceso puede crear cascadas de un kilómetro de espesor o más. Pero ahora, bajo los efectos del calentamiento global, estas fracturas están dando paso a un deshielo acelerado.

DESHIELO ACELERADO

Hasta ahora, este fenómeno solo se había observado a través de imágenes satelitales. Pero el recién publicado estudio, por primera vez, logra documentar este proceso en vídeo gracias a unos drones específicamente diseñados para resistir a las condiciones extremas del Ártico. En esta nueva reconstrucción detallada del evento, los científicos demuestran cómo el agua del deshielo provoca la formación de nuevas fracturas, así como la expansión de fracturas latentes.

El resultado es impactante. El vídeo muestra como en solo cinco horas, cinco millones de metros cúbicos de agua (el equivalente de 2.000 piscinas olímpicas) se escurrieron hacia el fondo de la capa de hielo a través de una fractura. Esto, a su vez, provocó la formación de una nueva cavidad y redujo el lago a un tercio de su volumen original. El flujo de hielo se aceleró a una velocidad de hasta cinco metros por día a medida que el agua superficial se transfirió al lecho, lo que a su vez levantó la capa de hielo un medio metro. Los expertos alertan de que este proceso puede generar una reacción en cadena y agravar aún más el problema del deshielo.

Estos nuevos hallazgos demostrarían que los glaciares de Groenlandia están siendo drásticamente afectados por las condiciones de deshielo superficial. También apuntaría a que los cambios en el flujo de hielo están ocurriendo a escalas de tiempo mucho más cortas que las consideradas posibles hasta ahora. La pérdida de hielo en Groenlandia actualmente asciende a mil millones de toneladas que por día. Y, según apuntan las estimaciones, esta cifra seguirá creciendo.