Las cenizas de Dulce Chacón, escritora y poeta zafrense, ya descansan en el cementerio municipal de su ciudad natal, como era su deseo y voluntad, según expresó su hermano, Antonio Chacón, en el homenaje póstumo que en el día de ayer, le rindieron el ayuntamiento zafrense, la Asociación de Escritores de Extremadura y el Seminario Humanístico de Zafra.

Chacón señaló que la voluntad de su hermana era compartir toda su eternidad en Zafra en un entierro en la intimidad que se celebró en la mañana de ayer en presencia de los familiares más allegados para reposar junto a los restos mortales de su padre, Antonio Chacón, el que fuera alcalde de la ciudad y figura importante en su vida.

Las cenizas de la poeta extremeña, que falleció el pasado 3 de diciembre a consecuencia de un cáncer de páncreas, se han depositado en un nicho cercano al de su padre hasta que se adecue un espacio para los dos, según confirmó su hermano.

Chacón también agradeció la cobertura que todos los medios de comunicación, en especial los regionales, han hecho de la muerte, vida y trayectoria de la escritora, así como las muestras de condolencia de todo el pueblo de Zafra, donde la escritora residió hasta los 12 años.

Numerosos ciudadanos, representantes políticos y familiares asistieron a la Iglesia de la Candelaria, a la misa oficiada en su memoria por el sacerdote, escritor y amigo de la fallecida, Jesús Sánchez Adalid. En su homilía expresó su pesar por la muerte repentina de la escritora que, según dijo, se enfrentó a la muerte con serenidad y naturalidad a pesar de no ser creyente "según ella misma decía era descreída" y subrayó que seguirá preocupada e interesada por los problemas de la humanidad por el amor que repartía.