El derrumbe de un edificio de cinco plantas ubicado en el centro de Santander, a 70 metros del ayuntamiento, le ha costado la vida a tres personas, después de que los equipos de rescate recuperaran a las tres de la tarde de ayer el cadáver de un ciudadano argentino de 76 años que vivía con los otros dos fallecidos, una mujer de 73 años y su hijo, de 52, cuyos cuerpos fueron hallados de madrugada. Los bomberos finalizaron el desescombro a las cinco de la tarde, mientras que de los 39 afectados que sobrevivieron, 32 fueron realojados en pensiones y apartamentos y los siete restantes fueron acogidos por familiares.

Según el alcalde de la capital cántabra, Iñigo de la Serna (PP), el edificio colindante al siniestrado había sido derribado por dentro sin permiso del ayuntamiento, que solo había autorizado la reparación de la fachadas. Los vecinos sospechan que la semana pasada se había iniciado una excavación en su interior sin la correspondiente licencia y que esta podría haber causado el derrumbe del bloque situado en la calle de la Cuesta del Hospital.