España no solo suspende en los grandes objetivos fijados por la Unión Europea para mejorar el nivel educativo en el 2010, sino que retrocede peligrosamente en los más esenciales, según el informe presentado ayer por la Comisión Europea. Finlandia es el único país de la UE que cumple todos los objetivos.

Las cifras comparativas son otra constatación del deterioro del nivel educativo español: sube el porcentaje de menores con dificultad para leer, crece el abandono escolar y disminuye el porcentaje de jóvenes con la educación secundaria completa.

Los únicos atenuantes son el impacto negativo en los resultados globales de la elevada llegada de inmigrantes durante esta década y el crecimiento económico que incitaba a los jóvenes a dejar los estudios para trabajar, según los expertos.

El primer dato alarmante es el crecimiento del porcentaje de adolescentes de 15 años con dificultades serias de comprensión de la lectura, que ha pasado de representar el 16,3% del total en el 2000 al 25,7% en el 2006, una cifra superior a la media europea (24,1%) y a la de otros países con inmigración como Alemania (20%) y Francia (21,7%). El objetivo europeo es reducir ese porcentaje al 17% en el 2010.

El porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que han abandonado los estudios en España ha subido del 29,1% en el 2000 al 31,9% en el 2008, más del doble de la media europea (14,9%) y casi tres veces más que en Alemania (11,8%) y Francia (11,8%). El objetivo de la UE es limitar esa cifra al 10%.

Los jóvenes de 22 años que han completado sus estudios secundarios también han disminuido de forma notable en España, al pasar de representar el 66% en el 2000 al 60% en el 2008, 18,5 puntos porcentuales por debajo de la media de la UE. Alemania y Francia, los dos principales motores económicos de la UE, tienen unas cifras superiores a las españolas en 14,1 y 23,4 puntos. El objetivo europeo es lograr que suba hasta el 85%.

CIENCIA Y TECNOLOGIA España ha logrado incrementar durante esta década en un 12,4% el número de licenciados en matemáticas, ciencias y tecnología, pero se queda por debajo del objetivo europeo del 15% y muy por debajo de la media de la UE (33,6%). El aumento significativo de los graduados universitarios en esas áreas se considera indispensable para desarrollar una economía competitiva.

España también ha mejorado en la formación de adultos, que llega al 10,4% de la población, pero se queda por debajo del objetivo europeo del 12,5%, aunque supera la media.

Uno de los factores que contribuyen al fracaso español es el limitado volumen de fondos dedicados a educación. España destina el 4,28% del PIB a educación, mientras que la media en la UE es el 5,05% y Finlandia, el modelo, le dedica el 6,14%.