Con un balance ya de 78 muertos desde el martes pasado, la tormenta tropical Gustav , la séptima de la temporada en el Atlántico, se encaminaba ayer, convertida en huracán, hacia las islas Caimán y Cuba, en el Caribe occidental, tras haber tocado Jamaica. Estados Unidos decretó ayer el estado de emergencia para afrontar las consecuencias del fenómeno. El lunes podría llegar a algún punto del golfo de México, y a Nueva Orleans, devastada hace tres años por el huracán Katrina, tiene posibilidades de padecer ahora el Gustav .

El Centro de Meteorología de Cuba ya alertó ayer de que Gustav será "peligroso" y de que, a su paso por el sur de la isla, sus vientos podrían superar los 119 kilómetros por hora, límite que establece la conversión de una tormenta tropical en huracán. La Habana está en estado de alerta, así como Isla Juventud y la zona de Pinar del Río.

El presidente estadounidense, George Bush, declaró el estado de emergencia en Luisiana, tal y como pedía su gobernador, Boby Jindal. Anoche, comenzó la movilización de la Guardia Nacional en todo el estado.