Expertos del Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades (CPCE) de EEUU sopesan circuncidar a todos los niños nacidos en el país para reducir la propagación del virus del sida. La medida, de la que ya se habló en el pasado, es una de las que maneja el organismo, máximo responsable de la salud pública estadounidense, para frenar la expansión de la enfermedad. "Nos enfrentamos a una considerable epidemia en este país y por eso deberíamos prestar atención a cualquier herramienta que nos ayude a combatirla", afirmó el médico Peter Kilmarx, del CPCE, en una entrevista a The New York Times que ha vuelto a abrir la polémica sobre la circuncisión.

En un país donde casi el 80% de los adultos están circuncidados por motivos religiosos y de tradición, la Academia de Pediatría de EEUU no considera la práctica una medida "esencial" para el bienestar del niño. De hecho, el hábito ha ido cayendo en desuso con los años.

La Organización Mundial de la Salud y el Programa de la ONU contra el Sida recomiendan desde hace más de dos años la circuncisión como medida adicional para reducir el riesgo de infección del VIH, sobre todo después de que unos estudios clínicos realizados en varios países africanos demostraran que gracias a esta operación se logra recortar en casi un 60% las posibilidades de contraer el sida entre la población masculina heterosexual.

Los ensayos realizados en Kenia, Suráfrica y Uganda, países con altos niveles de contagio, constataron que los heterosexuales circuncidados tienen un 60% menos de probabilidades de contraer la enfermedad. Pero los expertos reconocen que el impacto no sería igual en EEUU porque ni las vías de propagación son las mismas ni son comparables los sistemas sanitarios. Las organizaciones que se oponen, como Intact America, aseguran que extirpar el prepucio a los bebés es una operación innecesaria que no ayudará a prevenir el sida.