La entidad encargada de la elaboración del Estudio General de Medios (EGM) denunció ayer que ha detectado la existencia de una "trama" de la COPE dirigida a manipular los resultados de los índices de audiencia. La Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC) estudia ahora la posibilidad de suspender la difusión de los datos de la primera ola de este año y de demandar a la emisora episcopal en los tribunales.

La AIMC explicó que a través de sus controles internos detectó la existencia de "falsos entrevistadores" e indicios sólidos de que éstos estaban "manipulando los datos de las encuestas del estudio" para "alterar los datos de audiencia".

La cadena de la Conferencia Episcopal reconoció ayer haber infiltrado como encuestadores desde hace seis meses a unos 30 periodistas, pero aseguró que se hizo en el marco de una investigación impulsada por el director de Deportes, José Antonio Abellán. Con el estudio consideran haber "demostrado fallos garrafales" en el sistema de recogida de datos que convierten la encuesta en "un fraude".

MALOS DATOS La emisora del locutor Federico Jiménez Losantos acentuó sus críticas al sistema de medición de audiencias desde que en la segunda oleada del año pasado certificó un retroceso de la emisora en unos 200.000 seguidores cuando esperaban un salto adelante que les acercara aún más a la SER.

José Antonio Abellán reconoció también ayer que sus periodistas infiltrados manipularon las encuestas para subir sus índices y el de otros programas "irrelevantes" para demostrar también lo fácil que es, según su tesis, falsear los datos. Los resultados de la investigación se darían a conocer una vez se publicara la actual oleada el próximo 18 de abril.

Por unanimidad, la junta directiva de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) acordó ayer por la tarde exigir a la asociación que elabora la encuesta que "tome las medidas necesarias para garantizar que la primera oleada de la EGM tendrá total fiabilidad y se hará pública el 18 de abril, tal y como estaba previsto". Y añadió que un eventual retraso en la entrega o la anulación de esa primera oleada supondría "un perjuicio gravísimo" para los diarios españoles ante agencias de medios, clientes y anunciantes que éstos "no están en condiciones de asumir".

FALTA DE ETICA Los editores de periódicos acordaron también "exigir responsabilidades a la AMIC" y se reservan la posibilidad de "plantear demandas por los posibles daños si se confirman las manipulaciones". El presidente de la AMIC, Carlos Lozano, acusó a la COPE de "falta de

ética absoluta" y de querer "desmontar un instrumento básico para la industria de la comunicación y publicitaria con 40 años de vida".