Los tres seres solitarios de la película Solas , uno de los grandes éxitos del cine español, siguen vivos en la versión teatral que se ha realizado del filme. Pero sólo uno de los tres actores que los interpretaron repite: Carlos Alvarez-Novoa.

--Para usted, en el principio fue el teatro.

--Fue algo casual. Estudiaba Derecho en Oviedo en los años 50 y el director del Teatro Español Universitario se fijó en mi físico y me propuso interpretar el personaje de Jasón.

--Y en el, pongámoslo entre comillas, ´final´, el cine.

--Sí, pero sin abandonar el teatro.

--¿Cómo le sacudió el éxito con Solas ?

--Con la ilusión de haber encontrado un camino nuevo.

--Ahí le descubrieron.

--Porque el actor de teatro es inevitablemente anónimo. No hay primeros planos que lo resalten, como en el cine. Ahora que hago cine, me llaman para nuevos trabajos. Mientras no ven tu imagen, no cuentan contigo.

--Le habrá gustado que vuelvan a ofrecerle el mismo personaje para la versión teatral de Solas .

--Claro. Al principio querían que repitiéramos los tres actores de la película; pero por circunstancias, en el caso de María Galiana y Ana Fernández no pudo ser, así que yo soy el puente entre ambas versiones.

--¿Qué ha puesto en ese personaje de hombre paciente que interpreta?

--Lo convertí en asturiano, algo que no era originalmente, y aunque no padezco la soledad como él, no me encuentro mal cuando estoy solo. También compartimos la ternura que proyectamos hacia los demás. Y sobre los aspectos negativos, pues a veces nos molestamos por tonterías.

--Conoció el teatro independiente, lo ha dirigido, lo ha escrito.

--Casi dirigí más al principio. Y he escrito desde siempre, no sólo teatro sino también novelas.

--Sorprende que después de casi cuatro décadas aún se mantenga trabajando.

--Es la resistencia del corredor de fondo. Mientras tenga energía, constancia, ilusión y pueda recordar, seguiré actuando.

--Ha vivido el paso del teatro en la dictadura al del teatro en la democracia.

--Sí, estuve en aquel teatro independiente de grupos como Goliardos y otros que fundé en diversas ciudades en las que viví. Veíamos el teatro como un arma de lucha contra la dictadura.

--¿Cómo se actúa hoy?

--La gente está mejor preparada. Entonces no existían tantas escuelas y academias teatrales. La gente se formaba en los escenarios y allí se equivocaba y así aprendía. Yo he sido profesor en Sevilla de jóvenes actores como Paz Vega y compruebo que ahora están muy bien preparados.

--¿En qué trabaja ahora?

--Estoy rodando ¿Por qué se frotan las patillas? Es una comedia musical sobre amores en la tercera edad, los okupas ... y en ella vuelvo a hacer de pareja de Lola Herrera.

--¿Y canta?

--Pensaron que podía cantar, pero finalmente mi personaje no tiene que hacerlo. Canto, pero procuro no torturar a los demás.