El cacereño Manuel Kojak emigró con ocho años, junto a sus padres pacenses, a Valladolid. Años después vuelve como cantante del grupo de garage-soul Royal Suite, que se encuentra realizando una minigira extremeña. Ayer estuvieron en el Pub Roma de Moraleja y hoy en la Sala Aldana de Cáceres.
--Dicen que el deporte ayuda a madurar antes. ¿Se hace uno músico para evitar esto?
--Efectivamente... Es lo que tendemos a evitar en el mundo de la música. Sólo queremos disfrutar el máximo tiempo posible.
--Dice Ry Cooder que la música debe ser subversiva. ¿El mercado ha domado esa rebeldía?
--El rock desde los 70 ya no es transgresor. Ahora queda la actitud individual ante la vida.
--Continúa diciendo Ry Cooder que la música actual le resulta idéntica y artificiosa. Que nos hemos dejado arrebatar la memoria y con ella el fuego.
--No creo. En estos momentos tienes toda la música que quieras, y en todas sus variantes... y además gratis en internet. Existen infinidad de grupos y compositores de toda índole dando a conocer sus creaciones. Lo que ocurre es que las nuevas generaciones perciben la música de una forma distinta.
--El Washington Post colocó en una parada de metro a un prestigioso violinista que venía de llenar el Symphony Hall de Boston. Más de dos mil personas pasaron junto a él y ninguna se paró. ¿Revela esto estupidez, falta de sensibilidad, snobismo... o simplemente es que la prisa sepulta a la belleza?
--Está claro que todo en esta vida entra por los ojos. El jamón no sabe igual en pan de chapata que en el de bimbo. No es cuestión de indiferencia o snobismo, sencillamente la gente que coge el metro tiene prisa, ¿no?