Benedicto XVI reservó las únicas referencias a España que ha realizado durante su viaje para el discurso de la ceremonia de despedida en el aeropuerto, ante los Reyes y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que ejercía la representación del Gobierno. Ratzinger calificó a España de "gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica".